miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los problemas de sueño pueden enmascarar adicciones a drogas

Alteraciones como el insomnio, el sueño de mala calidad o las pesadillas se dan con frecuencia en drogodependientes.

En los últimos años se ha duplicado el número de consumidores de somníferos o tranquilizantes y el 30 por ciento de la población sufre ya alguna alteración del sueño, un problema detrás del cual puede haber algún trastorno mental o adicciones a algunas sustancias, según ha explicado Carlos Roncero, vicesecretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) .

De hecho, alteraciones como el insomnio, el sueño de mala calidad o las pesadillas son un problema muy frecuente en las personas que consumen drogas de una manera regular, y entre el 60 y 70 por ciento de los afectados por una patología dual sufre trastornos del sueño, según ha señalado Roncero.

Por ello, "cuando hay un problema de sueño además de buscar problemas de consumo, hay que descartar la existencia de trastornos mentales porque el insomnio es un síntoma de alarma típico en algunas enfermedades mentales".

En el trastorno bipolar, por ejemplo, los pacientes en fase maniaca son incapaces de concebir el sueño. También presentan dificultades los pacientes con psicosis o depresión, mientras que, en el caso de comportamientos adictivos, los trastornos del sueño se asocian tanto al consumo de droga, uso o abuso, como a los períodos de abstinencia.

En la patología dual, por su parte, existe una relación bidireccional con las alteraciones del sueño ya que "las personas que tienen problemas de sueño tienen más posibilidades de consumir droga y las personas que consumen drogas tienen mayor riesgo de tener problemas de sueño", recuerda el vicesecretario de SEPD.

Sin embargo, y debido a la existencia de un historial de adicción previo, en estos pacientes no debe seguirse el mismo protocolo de tratamiento que se lleva a cabo en el resto de la población.

Tal y como exone Roncero, en población general los principales medicamentos que se usan son las benzodiacepinas, fármacos que deben usarse siempre con mucha precaución, mucho más en pacientes con patología dual por el riesgo a desarrollar una nueva adicción a estos fármacos o porque alguno de ellos ya la presente.

Cuando esto sucede, se cambian los protocolos farmacológicos y se emplean otros medicamentos como los antidepresivos con perfil sedativo, los antipsicóticos sedativos a dosis bajas y en ocasiones antiepilépticos en regímenes adaptados a las circunstancias del paciente".


Editado: Calero, J.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El alcohol es la causa principal de años perdidos entre los jóvenes de 15 y 19 años

En Valencia el porcentaje de estudiantes de 4º de la ESO que dicen consumir alcohol de forma habitual es del 9.5%. "No existe una necesidad de ir más allá en el debate de la legalización de las drogas", ha destacado el Delegado del Gobierno. El 61% de la población opina que la amenaza para la salud del cannabis es "baja" o "nula". “Es necesaria una mayor responsabilidad individual en la prevención de la drogadicción” ha señalado Francisco Bueno.






XXII Jornada sobre Drogodependencias “Las adicciones de hoy: percepciones y responsabilidades” ha concluido que estamos atravesando un periodo en el que las percepciones del riesgo del consumo de sustancias adictivas es cada vez más permisible. Una situación que se está viendo acrecentada por las redes sociales que están dando lugar a mitos y creencias sobre la invulnerabilidad del consumo de sustancias adictivas.
En la actualidad, aparece la necesidad de desvincularse con la persona adicta por el consumo de sustancias, que hoy en día suele ser el alcohol. El problema del alcohol radica en ser una sustancia legal, admitida socialmente e incluso promovida por lo que las personas no perciben el riesgo.
En este sentido, destacar que el consumo del alcohol es la sustancia más generaliza entre los jóvenes, situándose la edad media de consumo en los 13.7 años. El consumo entre estos se sitúa entre el 18% y 66%, dependiendo si afirman que su entorno consume de forma esporádica o de forma habitual. En este sentido el delegado del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Francisco Babín, ha destacado que “estamos ante un fenómeno grupal y entre iguales por lo que una mayor flexibilidad podría, consecuentemente, dar lugar a un mayor consumo”.
La concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, ha destacado "la participación de los trescientos profesionales de ciencias de la salud y ciencias de la educación, asistentes a esta jornada, donde se ha puesto de manifiesto la importancia de la promoción de la salud y de la prevención de las adicciones tanto con sustancia como sin sustancia. La formación de los profesionales debe de redundar en un cambio de actitudes y de valores tanto en las actividades laborales como en la transmisión de mensajes positivos en la sociedad".
El alcohol es la causa principal de daños perdidos por muerte prematura, por incapacidad, y enfermedad entre los jóvenes de entre 15 a 19 años. Tres de cada diez estudiantes de entre 14 a 18 años se han emborrachado en el último mes. En Valencia, de entre los jóvenes que dicen consumir de forma habitual, el 9.5% son estudiantes de 4%u02DA de la ESO.

Del modelo mediterráneo al nórdico

El alcohol en los jóvenes está sujeto también a los cambios sociales. Se ha pasado de un modelo mediterráneo al modelo nórdico en el que el consumo se centra en el fin de semana, en los ambientes de ocio y en franjas concretas de edad. De acuerdo al Plan Municipal de Drogodependencias el consumo de alcohol en Valencia se produce principalmente en fin de semana, mientras que el consumo de porros entre los jóvenes, aunque se concentra más en fin de semana, se da a lo largo de la semana de forma más estable.
El problema que ha señalado el jefe de servicio de Drogodependencia del Ayuntamiento de Valencia, Francisco Bueno, es “la falta de la percepción del riesgo de los jóvenes y la falta de responsabilidad no sólo de la sociedad sino también a nivel personal”. En la actualidad, los jóvenes sitúan el riesgo del consumo habitual del alcohol en un 3.6 (1) y del consumo esporádico en un 2.2.
Tras el alcohol las sustancias más consumidas entre los jóvenes de entre 14 y 18 años son el tabaco y el cannabis. Entre los jóvenes, por cada uno que no consume, otro consume una sola sustancia y el último consume dos o más sustancias. El consumo de alcohol, sobre todo si es de tipo intensivo se asocia con una mayor prevalencia de consumo de otras drogas.
En este sentido el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, ha destacado que “si bien contamos con la red asistencial más importante de Europa, nos encontramos en un momento en que la extensión del consumo a la juventud nos lleva a reforzar la prevención y su capacidad de control. No podemos olvidar que la represión por si sola no conlleva a la reducción del consumo”.
Los expertos han concluido que vivimos en una sociedad cambiante, en la que se ha pasado de sociedades basadas en la necesidad y el deseo, a una sociedad de las apariencias. Estamos antes una sociedad de consumidores que ha contribuido al cambio de hábitos y estructuras sociales y familiares. Francisco Bueno ha destacado en este sentido que las nuevas tecnologías están conduciendo al aislamiento familiar, a malos hábitos alimentarios y a la búsqueda de resultados inmediatos.

Verdades y mentiras de la política contra drogas

El Delegado del Gobierno ha destacado que no existe diferencia entre países productores y países consumidores al ser los mayores consumidores los países productores y de tránsito.
Durante la intervención el Delegado ha destacado que si bien son muchos los países que han abogado por una «legalización de las drogas» y que incluso, como el caso de Uruguay que ha aprobado un proyecto de Ley para regular el mercado del cannabis bajo control estatal, lo han regulado parcialmente en el caso de España no es pertinente.
En este sentido, una legalización de las drogas no sería entendida por la sociedad, menos del 20% estaría a favor un porcentaje que se ha reducido en 2.6 puntos del 2003. Las medidas de mayor eficacia para resolver el problema de las drogas, para los ciudadanos son: las formativas, de tratamiento y a través de control policial y restricciones legales.

Mitos de la regulación del cannabis

Existen varios mitos entorno al cannabis como su inocuidad, la “libertad” individual de elegir consumir, y el valor terapéutico. En este sentido, el Delegado ha destacado que se trata de la droga responsable con mayor frecuencia del acceso de adolescentes y jóvenes a las urgencias hospitalarias por la aparición de brotes psicóticos y otras psicopatologías.
España está a la cabeza de los países europeos en la baja percepción de riesgo para el consumo de cannabis, ya que el 61% de la población opina que la amenaza para la salud es "baja" o "nula". “La adicción es una enfermedad siendo necesario perseguir el narcotráfico y no tanto penalizar el consumidor” ha destacado el Delegado del Gobierno
"Debemos seguir apostando por políticas efectivas de prevención en los ámbitos conmunitario, familiar, y escolar, intentando formar e informar a los jóvenes para que eviten conductas de riesgo" ha manifestado Francisco Bueno.
(1) La escala utilizada es del 0 al 5 de riesgo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

No sobreprotegerle, uno de los consejos para ayudar a un amigo drogadicto

No intentar convencer a un toxicómano de que deje las drogas o no decirle mentiras son otras de las recomendaciones de la FAD .




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Alrededor de un 15% de los jóvenes españoles son consumidores habituales de drogas. Así se desprende de un estudio elaborado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), en colaboración con el Ministerio de Sanidad y la Obra Social de Caja Madrid,.
Las drogas blandas como el alcohol y la marihuana son las más comunes. Un 95,4% de los consumidores habituales suele emborracharse y un 89,3% toma cannabis, frente a la población general de entre 15 y 24 años, que en un sondeo en 2011 afirmó emborracharse en un 27,9% de los casos y fumar marihuana en el 14,7%.
La combinación alcohol-cannabis, además, fue una constante en 2012, ya que un 92% de los que se emborracharon en el último mes afirmaron haber fumado también marihuana. El 40% de los sondeados, de hecho, señalaron emborracharse cada fin de semana.
Los amigos son un factor clave para lograr superar la dependencia a sustancias nocivas. Por ello, las diversas asociaciones contra la drogadicción dan una serie de consejos para ayudar a un conocido que sufre este problema.
No intentes convencer a un adicto de que abandone el alcohol o las drogas.
Debes comprender que las ganas de seguir consumiendo por parte de un dorgodependiente son más fuertes que las súplicas o lágrimas de alguno de sus seres queridos que pretende convencerle de que abandone este mal camino. Se debe ser firme y claro, pero nunca impositivo ni hablar en tono desesperado Imponerle, reprocharle o hablarle en tono amenazador sólo aumentara su rechazo a escuchar y a rebelarse.
No digas mentiras. 
Es mejor enfrentar los hechos con honestidad. Háblale de que estás enterado de su consumo de drogas y alcohol, de las consecuencias negativas y de que existen algunas soluciones, mismas de las que tú ya estás informado.
No califiques a un drogadicto de persona débil, sin fuerza de voluntad.
Menciónale que tiene una enfermedad y que puede ser atendida a tiempo. La mayoría de los  drogodependientes sienten culpa y vergüenza por los actos que cometen intoxicados. Si se insiste en que lo que padecen es una enfermedad, se sentirán menos incómodos y probablemente soliciten ayuda.
No sobreprotejas a un toxicómano
Permítele que enfrente y arregle las consecuencias negativas de sus actos. Si le solucionas todos los embrollos en los que acostumbra involucrarse, nunca solicitará la ayuda que requiere.
Procura no discutir ningún tema importante cuando se encuentre bajo los efectos de las drogas.
Los sentimientos de culpa que tienen provocan que intenten manipular todo a su favor y así evitar las consecuencias de sus actos negativos. Procura hablar con él cuando que hayan pasado los efectos del alcohol o las drogas. Mencionalé lo que sucedió durante la intoxicación y señálale que necesita ayuda.
Ayudar a un amigo drogadicto no siempre es tarea fácil, pero como recuerdan desde Jóvenes sin Fronteras: “No siempre que se intenta sacar a un ser querido de las drogas se consigue. Pero tened por seguro que sin vuestra ayuda jamás lo conseguirá”.


Editado: Calero, J.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Gregor Burkhart: En prevención de drogas se hace justo lo contrario de lo que sería efectivo



 Doctor en Medicina y experto en prevención de drogas. Gregor Burkhart (Weingarten, Alemania; 1964) es uno de los responsables del área de prevención del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Visitó la Universitat la semana pasada. Sus teorías sobre cómo prevenir el consumo sorprenden.


Burkhart participó la semana pasada como invitado en un taller organizado por el Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social (GIFES) de la Universitat; un taller en el que varios expertos europeos debatieron durante dos días y pusieron en común sus teorías sobre cómo mejorar las competencias parentales en diferentes aspectos.
¿Se hace lo suficiente en prevención en Europa?
- Claramente no. Nosotros tenemos la información de lo qué realmente se hace en los estados miembros; de las estrategias que se diseñan; y finalmente de lo que dicen las evidencias científicas. Y en líneas generales se hace básicamente lo contrario de lo que funcionaría.
¿Por ejemplo?
- Se sabe que ciertos programas bien definidos y con ciertos componentes funcionan, pero eso se hace en muy poco países.
¿Cómo lo gestiona España?
- España destaca en prevención de drogas porque tiene muchos programas aunque hay otras cuestiones como conectar las políticas antidrogas con las referentes al consumo de drogas y alcohol y en eso España ha empezado muy tarde. ¿Cómo esperar que los jóvenes respondan bien a un programa de prevención si en su entorno hay un montón de publicidad y permisividad en cuanto a alcohol y tabaco? Hay una relación muy estrecha entre consumir alcohol y tabaco y el consumo de drogas ilegales. Por eso hace falta hacer prevención ambiental o contextual. La gente no solo orienta su comportamiento en base a los conocimientos y habilidades que tenga o adquiera (que es en lo que se centra normalmente la prevención), sino que las personas, sobre todo los jóvenes, actúan siguiendo la norma predominante, lo que parece "normal". Eso se puede manejar a través de regulaciones como la ley antitabaco. No es prohibir todo, sino establecer normas sociales básicas.
Durante muchos años si eras joven en España ´lo normal´ era hacer botellón. ¿Esta práctica es igual de popular en otros países?
- Sí, se daba en países como Alemania o Reino Unido donde hay una tradición de gente que bebe con el objetivo de emborracharse. El escándalo en España es que la gente joven ha empezado en los últimos años también a beber para emborracharse, cuando antes era un efecto colateral. Antes emborracharse estaba mal visto. En eso ha habido un cambio y quizás ha sido por la gente que ha venido de fuera. Pero en general los españoles beben menos. Lo que ha cambiado es el valor cultural.
La ley antitabaco ahora ya está instaurada y la mayoría la acepta sin problemas. ¿Qué daño puede hacer en materia de prevención el hecho de que de repente el Gobierno permite fumar en Eurovegas y en los casinos en general?
- Eso demuestra lo poco honesto de la política, demuestra que no se preocupan tanto por la salud pública como por los intereses económicos. La ley antitabaco ha demostrado que las medidas contextuales funcionan. Las formas clásicas de prevención siempre han descargado la responsabilidad del consumo por entero en el individuo, en plan ´te hemos informado y te hemos enseñado habilidades, así que contrólate, modérate´. Eso, en una sociedad en la que el desmadre es generalizado. Eso no es eficaz. Francia y Suecia por ejemplo en ese sentido lo hacen mejor, aunque insisto, España está en un muy buen camino.
Los gobiernos recortan siempre primero en prevención, ¿ se está notando?
- Sí, aunque es cierto que se pueden optimizar los recursos si basas la prevención en lo que sabes que funciona. Por ejemplo, se gasta mucho dinero en campañas informativas en los medios de comunicación de masas.
¿Son efectivas?
- Hay que distinguir entre drogas ilegales y las legales. En el caso de las ilegales no lo son, el efecto es cero. El problema es que en Europa no se evalúan bien las campañas. Sólo se mira si son recordadas, entendidas y amadas y eso no tiene que ver con el comportamiento. Las campañas son muy visibles, pero en muchos casos son eficaces. En EEUU se hizo una campaña de prevención de consumo de cannabis que un estudio demostró que tuvo un efecto contraproducente y acabó con jóvenes predispuestos a consumir cuando antes apenas sabían qué era el cannabis. Incluso llegó a sus hermanos. El fallo fue que se transmitió la imagen de que consumir cannabis era lo más común. Y los jóvenes quieren hacer lo que es ´lo normal´. Las campañas funcionan si se coordinan con programas locales. El problema es que cuando más hablas de drogas ilícitas, y nuevas drogas, más comunes parecen. A veces se hinchan datos de consumo de determinadas drogas y parece que eso es la moda cuando en realidad consume muy poca gente.
¿Los padres qué pueden hacer?
- Justo es lo que hemos tratado en el congreso. Y una de las cosas que se ha puesto en común es la necesidad de poner normas claras a tus hijos.
¿El rollo ´padre colega que dialoga ante todo´ no funciona?
- Hay estudios que dicen que cuánto más hablas de alcohol con tus hijos tanto más aumentas su propensión a consumir. Lo que parece claro es que hace falta implementar reglas, con empatía, pero claras. Hay que saber qué hacen tus hijos, con quién, dónde y cuándo están de vuelta. En España se sabe que últimamente no se hace mucho ese control. Una cosa que se ha demostrado que es muy eficaz en otros países es que todos los padres de la clase se pongan de acuerdo para establecer normas como por ejemplo el horario de vuelta a casa. Así el niño no puede utilizar el truco de ´es que a todos le dejan hasta más tarde´.
¿Poner normas en el hogar ha pasado de moda porque huimos de todo lo que pueda parecer demasiado autoritario? 
- Sí, y hay que volver a eso teniendo claro que normas no es lo contrario de amor. Fijar límites es una expresión del querer. Dejarlos ir, demasiado sueltos, es casi negligencia. El otro lado, el excesivo control, como hacen los americanos que utilizan ´kits´ para comprobar si sus hijos consumen o no, provoca el estudiado y comprobado ´efecto Pigmalión´, según el cual si tu crees que tu hijo no consume cannabis, iniciará el consumo más tarde o nunca; en cambio si tu crees que tu hijo consume, consumirá más o se iniciará antes. Es mejor entonces un padre cándido que un padre obsesivo. En algunos países traumatizados como Alemania o España existe un temor a que ante el mínimo intento de poner normas a tus hijos te tachen de nazi o de facha, aunque en otros países con larga tradición democrática, como Suecia o Francia, las normas sociales son lo más común. En Alemania la industria del tabaco intentó durante años frenar la legislación antitabaco apoyándose en el hecho de que Hitler era antitabaco
¿Cómo afecta la crisis al consumo de drogas? 
- Es poco claro. Hay estudios hechos antes de la crisis que apuntan que el consumo tiende a bajar cuando se tiene menos dinero. En España me han dicho que ha bajado la edad de iniciación. Otra cosa es la gente que tiene un estudio problemático. El nivel socioeconómico no es un factor productivo, el dinero que se tenga en el bolsillo es un factor de riesgo.
En España la tasa de paro juvenil es muy elevada, ¿eso puede contribuir a que los jóvenes consuman más droga?
- No está claro, aunque hay un estudio que salió el año pasado en España que dijo que la gente que está trabajando consume más droga que los desempleados. Hablamos de un consumo recreativo, no de dependencia.

Editado: Calero, J.