miércoles, 14 de marzo de 2012

El 80% de los menores de 17 años consume alcohol: las mujeres superan a los varones .

El consumo de alcohol entre los menores alcanza ya valores altísimos: el 81% de las chicas de entre 16 y 17 años, y el 82,7% de los chicos de esa misma franja de edad admite que lo consume. Pero llama la atención la precocidad de esas conductas: el 55,6% de las mujeres que no han pasado los 13 años ya bebe alcohol.
Pero los chicos tienen una relación de tanta cercanía con el alcohol que lleva a pensar a la mitad de ellos que su consumo no provoca adicción. El 57,4% de los varones y el 65,2% de las mujeres entienden que todas las drogas son adictivas. Pero más de la mitad de ellos no consideran que las bebidas alcohólicas constituyan una droga.
Los kioscos son los sitios principales adonde los menores consiguen las sustancias que consumen, en segundo lugar están los boliches; después las plazas, por último, los ciber. Va de suyo, allí consigue alcohol y cigarrillos; pero no están exentos de otro tipo de sustancias. Casi el 18% de las chicas, y el 41,3% de los chicos alguna vez recibieron ofrecimiento para consumir drogas ilegales.
Los datos surgen de un completo relevamiento realizado por la Secretaría de Lucha contra las Adicciones de Entre Ríos durante 2011 entre 1.458 estudiantes secundarios de veinte escuelas de la provincia, a través del programa Conectate. El trabajo de campo surgió a raíz del cariz que adoptó el creciente consumo de alcohol, tabaco y sustancias ilegales por parte de los adolescentes, y como forma de conocer la situación de los menores de cara a instrumentar medidas de prevención.
El trabajo en las escuelas, bajo la modalidad de taller, incluyó durante el año último la recolección de datos sobre consumo a través de dos encuestas: la primera buscó conocer la incidencia del consumo entre los adolescentes; y la segunda, el impacto del programa desarrollado por técnicos de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones en el ámbito escolar.
El alcohol es, por lejos, la droga legal que tiene mayor aceptación entre los adolescentes: la prevalencia del consumo es del 70,70% entres las chicas; y del 68,50% entre los varones, y esa peculiaridad, que las chicas superen a los chicos, se da en casi todas las franjas de edad. La regla sólo se quiebra a partir de los 18 años: los varones se ubican a la cabeza, con un 84,9%, dejando en un segundo lugar a las mujeres, con un 70,3%.
Sólo en el consumo de tabaco los varones (con el 22,17%) superan a las mujeres (el 18,36%). Pero en otro tipo de sustancias el reparto tiende a ser más parejo: hay una prevalencia del 3,18% en los hombres en el consumo de medicamentos sin recetas; entre las mujeres, es del 2,72%. El sondeo permitió conocer qué ocurre con las “sustancias menos frecuentes”, como identifica el informe final, en clara referencia al paco.
“Lo llamativo –dice el informe—es la aparición del consumo de paco en hombre a partir del grupo de 14 a 15 años en adelante, el cual aumenta con la edad. Este dato refleja la necesidad de indagar en los alumnos acerca de esta respuesta, y de la certeza de la misma (a qué denominan paco, qué creen que es el paco, y desde cuándo lo consumen, etcétera)”.
Aunque a pesar de la contundencia de los datos, el sondeo permite conocer que el principal canal a través del cual los chicos se informan acerca del uso indebido de drogas es, vaya paradoja, la televisión; luego, la escuela; después, la familia.
Sobre la base de esa realidad es que la Secretaría de Lucha contra las Adicciones viene trabajando en un programa de concientización sobre el uso y consumo de drogas entre los estudiantes secundarios de la provincia. Una problemática sobre la que habló el gobernador Sergio Urribarri al inaugurar el período de sesiones ordinarias de la Legislatura, el 14 de febrero, cuando dijo que en su segundo mandato se propone la lucha contra las adicciones y “pararse firmemente frente a la proliferación del narcotráfico”.
En ese marco, es que se desarrolla el programa Conectate, cuyo objetivo, dijo Mario Elizalde, titular de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones, “es ocuparse del consumo excesivo de alcohol, tabaco y otras sustancias legales e ilegales en la población adolescente porque esta problemática va en ascenso, abarcando a poblaciones cada vez más jóvenes”.
La implementación del programa se realiza a través de talleres dictados por capacitadores. “La premisa del programa es la superación del sujeto como persona, que es quien se vuelve adicto a una sustancia. Conectate se focaliza en el sujeto y apuesta al fortalecimiento de los factores protectores asociados al individuo, acompañándolo en su desarrollo personal, a través de la incorporación de habilidades para la vida por medio del ejemplo, la enseñanza, la práctica, su aplicación y la transmisión multiplicadora de las mismas”, precisó.
En tanto, el subsecretario de Prevención y Capacitación, Mario Tizzoni, explicó que “en el proyecto son claves las palabras enseñanza y capacitación porque se considera que el ámbito educativo constituye un espacio esencial para conocer y construir recursos en materia de prevención”.
Por tal motivo, profesionales y capacitadores de la Subsecretaría de Prevención y Capacitación trabajan interdisciplinariamente en pos de la detección, concientización y prevención del uso, abuso y/o dependencia de toda adicción.
“La prevención de conductas adictivas en la escuela es porque en las instituciones educativas es donde se observan permanentemente situaciones vinculadas al consumo de alcohol, cigarrillo y otras sustancias legales e ilegales y que hacen insoslayable su atención y abordaje”, insistió Tizzoni.
“Deseamos colaborar con el ámbito educativo para brindarle al adolescente un espacio propio, donde pueda hablar de él y pueda ser protagonista, ser escuchado, pueda preguntar, aclarar sus dudas, ser aconsejado y guiado sin ser juzgado, pudiendo polemizar sobre el tema, lográndose así desmitificar los mitos y conceptos erróneos que circulan en materia de adicciones y, consiguiendo hacerlos partícipes a través de su formación como agentes preventores y multiplicadores de conductas saludables”, planteó.