'Para que no me olvides ' es el título de la obra colectiva de varios sociólogos que cuenta la lucha de décadas de 'Las Madres contra la droga de Madrid'.
Ayer una representación de este colectivo de mujeres vallecanas estuvo
en la UBU, charlando con los alumnos de Educación Social y, por la
tarde, presentando el libro, en el salón de actos de la Facultad de
Humanidades y Educación. La asociación Saltando Charcos y la profesora Sara Tapia han sido quienes propiciaron este encuentro con los universitarios.
Sara Nieto, una de las impulsoras de este colectivo de madres,
explicaba ayer que llevan casi 30 años luchando contra las consecuencias
del tráfico de drogas y defendiendo a quienes cayeron en la marginación
como consecuencia del consumo de sustancias que no perdonaban la vida
como la heroína.
La obra que ayer se presentó es fruto de
trabajo de 10 años en el que un grupo de sociólogos ha recabado las
experiencias de estas madres con el único objetivo de que nunca se
olvide esta parte de la Historia. El libro habla de que «en el Estado
Español se produjo el extermino de toda una generación de jóvenes,
cuando en los años 60 se permitió, sin ninguna impunidad, que la heroína
llegara a los barrios más pobres de todas las ciudades».
Esta madre vallecana explica que el libro se
estructura en tres partes. Primero se presenta la lucha de este
colectivo, después aparecen numerosas opiniones de gente que ha apoyado
su trabajo, personas relacionadas con la Justicia y activistas de todo
tipo. En una tercera parte, se recogen algunas de las anécdotas que
vivieron las familias afectadas por la droga. Sara Nieto recuerda entre
aquellas historias como en una ocasión vivieron como «el capital negaba a
la gente el derecho a llorar a sus muertos». «Recuerdo que una madre,
que no tenía dinero, quería llevarse el cuerpo de su hijo fallecido y no
se lo dejaron», señala esta mujer, que añade que muchas veces
realizaron acciones al «filo de la legalidad». En este sentido, recuerda
manifestaciones «ilegales» justo el día que se aprobaba en las Cortes
la Ley Corcuera, cuando la Constitución decía que esto no se podía
hacer.
En aquellos años 70 y 80 fueron muy críticas
denunciando las políticas carcelarias hacia aquellos jóvenes que estaban
tratando de desintoxicarse. También defendieron la ocupación de
viviendas vacías cuando había gente en el barrio que no tenía casa donde
vivir.
'Las Madres contra la Droga de Madrid'
siguen en activo. Hoy la lucha es diferente, la presencia de la heroína
es muy minoritaria, pero todavía velan por quienes están presos desde
aquellos años y sienten una gran preocupación por las políticas de
recortes en las cuestiones sociales.
Sara Nieto recuerda que siguen en lucha en la parroquia de San
Carlos Borromeo, en Entrevías (Vallecas), desde donde realizan acciones
para escolarizar a los niños de los poblados gitanos y rumanos. Según
señala, «hemos conseguido escolarizar a 150 niños y que cada mañana
desayunen su bollo y su batido antes del ir al colegio». Los menores
inmigrantes sin documentación son otra de sus preocupaciones en esta
lucha que no cesa.