El auge de los juegos de azar y de las casas de apuestas en línea -a través de Internet -
está contribuyendo al rejuvenecimiento del rostro de la ludopatía, a
pesar de que las máquinas tragaperras siguen siendo el principal gancho
de las personas diagnosticadas con adicción al juego.
De modo que si hace dos décadas el perfil del ludópata era el de un
varón casado, de entre 35 y 43 años, con un tiempo de juego de más de
diez años y un gasto medio de entre 30.000 y 40.000 euros,
en la actualidad es el de un soltero de entre 18 y 23 años, con un
tiempo de juego de menos de un año y un gasto menor a 6.000 euros.
Así lo ha puesto de relieve José Ángel Lamas, presidente de la
Asociación Gallega de Jugadores de Azar (Agaja), en la firma de un
convenio con la Diputación de Pontevedra para el
desarrollo del denominado proyecto "Sherpa" de apoyo psicológico y
terapéutico para los ludópatas y sus familiares más cercanos.
«Catarro cuando es neumonía»
Lamas ha señalado que este cambio comporta inconvenientes, como que
ahora tratan con "enfermos que creen que tienen un catarro cuando tienen
una neumonía", pero también ventajas, como una mayor probabilidad de
curación al ser la adicción más reciente y la voluntad de los afectados
de "salir del pozo", más grande.
Buena parte de la culpa de este fenómeno la tiene, según Lamas, el "crecimiento exponencial" de los juegos en línea por su mayor accesibilidad, sus lagunas de control y el grado de anonimato que permite al usuario.
Respecto a la implantación del proyecto Eurovegas en España, el presidente de Agaja ha
exigido los mismos "requisitos legislativos" que al resto de operadores
de juego, aunque se ha mostrado convencido de que acabará siendo "un
bluff" y no se desarrollará.
José Ángel Lamas ha cifrado entre un 1 % y un 2 % el porcentaje de la
población gallega que sufre algún tipo de adicción al juego, o bien al
uso abusivo del móvil o internet, o a las compras compulsivas; datos extrapolables al resto del país a pesar de que no existe un estudio a nivel estatal.
Ha distinguido entre el consumismo exacerbado pero puntual en épocas de rebajas o navideñas y "la incapacidad de no comprar", ya que en este segundo caso hay una patología que debe ser tratada.
La diferencia está, según ha explicado el presidente de Agaja, en
"quién domina a quién", ya que las compras, como el juego o el alcohol,
"no son malas "per se", todo depende de su uso".
Así pues, el tratamiento terapéutico de las adicciones varía según
sea el caso, ya que con los juegos se parte con el objetivo de la
abstinencia, mientras que frente al enganche al móvil o a internet se persigue un "uso controlado".