El tabaquismo pasivo: problema global
Según el informe de la OMS sobre
la epidemia global de tabaquismo de 2009, el tabaco (consumido de forma
directa o de forma pasiva) mata aproximadamente cinco millones de
personas al año en todo el planeta: más que el SIDA, la tuberculosis y
la malaria combinadas. De mantenerse la actual tendencia, el tabaco
podría llegar matar en 2030 a más de ocho millones de personas al año.
En todo el mundo hay aproximadamente mil millones de
fumadores, de los cuales un 80% vive en países con ingresos per cápita
medios-bajos. Es en estos países donde el tabaquismo causa mayores
problemas, pues las legislaciones que restringen el consumo de tabaco
tan sólo están en vigor en los países del denominado primer mundo. Tan
sólo un 11% de la población mundial está protegida por leyes antitabaco
que prohíben su consumo en lugares públicos. El denominado "humo de
segunda mano" (second hand smoke) es un reconocido elemento carcinógeno,
además de causar importantes problemas respiratorios y
cardiovasculares.
China, con cerca de 350 millones de adictos, es el principal
consumidor de tabaco del mundo. Desde 2006, las autoridades chinas han
intentado, con éxito desigual, promover políticas de espacios sin humos
en hospitales, escuelas o el transporte público. Esto hace que la
prevalencia del tabaquismo pasivo siga siendo muy alta: se calcula que
más del 50% de la población china está expuesta a diario al humo del
tabaco. China también tiene la mayor cifra de demencias del mundo, y el
porcentaje va en aumento a medida que la población envejece.
Asociación entre tabaquismo y demencias
El estudio ,
publicado en Occupational and Environmental Medicine, es producto de la
colaboración entre científicos del King`s College de Londres y de la
Universidad de Anhui, China, además de otros centros de investigación en
Reino Unido y EE.UU. Aunque anteriores estudios ya habían demostrado
relación entre tabaquismo pasivo y pérdida de capacidades cognitivos,
éste es el primero que establece una relación entre tabaquismo pasivo y
demencias.
Los investigadores entrevistaron a unos 6.000 habitantes de
localidades urbanas y rurales de Anhui, Guangdong, Heilongjiang,
Shanghai y Shanxi para evaluar sus niveles de exposición a ETS, hábitos
de consumo de tabaco y posibles demencias. Un 10% de las personas
entrevistadas padecían demencias graves; esto estaba relacionado con los
niveles de exposición y duración del tabaquismo pasivo. La asociación
con síndromes severos de demencia estaba presente tanto en fumadores
pasivos como en fumadores y en ex fumadores.
Este trabajo, así como los resultados de un segundo estudio
llevado a cabo por el mismo equipo de investigación del King"s
College de Londres que fue publicado recientemente en Alzheimer´s
& Dementia(que establecía la asociación entre tabaquismo pasivo y
enfermedad de Alzheimer) refuerzan los argumentos a favor de implementar
legislaciones que protejan a la población no fumadora del humo del
tabaco. En la actualidad, más de un 90% de la población mundial vive en
países en los que no hay espacios sin humo ni legislación que les
proteja. Los autores recomiendan más campañas antitabaco y una
legislación más restrictiva para disminuir la creciente epidemia de
demencias que está afectando a la población de todo el planeta.