Los científicos trabajaron con una treintena policonsumidores de éxtasis y un grupo de 41 participantes no consumidores de drogas.
Científicos de la Universidad de Granada han descubierto por primera vez los mecanismos neuropsicológicos y genéticos responsables de que los consumidores habituales de éxtasis sufran deterioros en la fluidez verbal.
En concreto, la investigación ha revelado que las dificultades de producción verbal de estas personas están asociadas al funcionamiento neuropsicológico de los circuitos fronto-temporales (encargados de la recuperación de información semántica) y fronto-estriados (relacionados con la flexibilidad atencional), ha informado hoy la Universidad de Granada en un comunicado.
Ambos circuitos están modulados por los genotipos de la enzima COMT (implicada en la metabolización del éxtasis y en la catabolización de la dopamina en la corteza prefrontal) y el transportador de serotonina (neurotransmisores que se encuentran en varias regiones del sistema nervioso central y que están muy relacionadas con el estado de ánimo).
El estudio ha analizado por primera vez si los problemas de fluidez verbal de los consumidores de éxtasis están asociados con dificultades en la categorización de información (la habilidad para producir ejemplares dentro de una determinada categoría) o en la flexibilidad en la producción de categorías (la capacidad para cambiar de categoría una vez que los ejemplares de la categoría anterior se agotan).
Los científicos trabajaron con una treintena policonsumidores de éxtasis y un grupo de 41 participantes no consumidores de drogas.
Los resultados mostraron que los consumidores de éxtasis presentaban deterioros significativos del rendimiento en fluidez semántica, que estaban principalmente asociados con alteraciones en la categorización de información.
La capacidad de categorización también estaba modulada por el genotipo de la COMT, independientemente de la contribución del grupo.
Este artículo ha sido publicado recientemente en la revista «Journal of Psychopharmacology» por profesores de la Universidad de Granada y del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona.