En 2010 se descubrieron 41 nuevas sustancias psico-activas en Europa, un récord en un solo año que culmina una tendencia ascendente en la zona, según reveló hoy el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), con sede en Lisboa.
El informe del OEDT destaca que "el ritmo sin precedentes" del aumento de nuevos estupefacientes se vio impulsado a través de la venta en Internet y en tiendas especializadas conocidas como "smart shops" o "head shops".
El director del organismo, el alemán Wolfgang Gotz, comentó la incapacidad actual de "anticipar amenazas", que en su opinión se subsanaría con una inversión en los laboratorios europeos para que pudiesen "comprar, sintetizar y estudiar nuevos componentes" de estas sustancias.
Entre las nuevas drogas detectadas por el sistema de alerta rápida de la Unión Europea (UE), quince son catinonas sintéticas (estimulante vegetal parecido al tabaco) que tienen efectos semejantes a los de las anfetaminas: excitación y euforia.
También figura la mefedrona -conocida como "miau miau"-, vendida libremente en algunos países europeos como fertilizante vegetal hasta hace pocos meses, así como once nuevos sintéticos procedentes del cannabis.
Según el informe, una de las formas más comunes de comercialización de estos sintéticos es el "Spice", presentado como una mezcla de hierbas para quemar como ambientador, pero que se fuma para potenciar los efectos del cannabis.
Dieciséis países europeos ya han decidido prohibir o controlar los productos como el "Spice" desde 2009, señala el documento, que subraya "el desafío para los científicos" que supone la dificultad para analizar la variedad de compuestos químicos usados en las mezclas.
Asimismo, se han detectado derivados inéditos de dos famosas drogas: los anestésicos fenciclidina, conocida como PCP por sus siglas en inglés o "polvo de ángel", y ketamina, que se aplica en procedimientos quirúrgicos de varias especies animales.
La divulgación del informe coincide con la celebración hoy y mañana en Lisboa del primer foro internacional de nuevas drogas, en el que un centenar de expertos analizará los sistemas de alerta precoz y de evaluación de riesgos, entre otros asuntos